Restaurante Ambigú (Liendo, Cantabria), buena mesa en sustitución de la antigua sidrería

Ocupando el mismo lugar y local que hace un tiempo ocupó la sidrería de Liendo (Cantabria) el restaurante Ambigú es una nueva opción diferente, con una mesa elaborada y con gusto al igual que la nueva decoración del local. Sus amplios comedores, así como su terraza y el pequeño espacio reservado en el local para que los peques puedan jugar mientras sus padres comen, son un acierto. La cocina es interesante y el servicio muy agradable y atento.

Hace ya un tiempo, existía una sidrería en Liendo, que estaba muy bien y en la que se podía comer un auténtico menú de sidrería y unas magníficas cernes y excelentes chuletas. A día de hoy, el negocio se ha reinventado y remodelado en un restaurante de calidad.

El restaurante Ambigú se encuentra junto al cementerio de Liendo, pero acercándonos al centro de la localidad, junto a la iglesia, podemos ver una señal indicadora de su ubicación.

Señal indicadora de ubicación del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Como os digo, su decoración tiene gusto, hasta el punto de que no han “demolido” rasgos y toques de la antigua sidrería, sino que incluso los han aprovechado y/o remodelado, lo cual da un aspecto interesante al local. Por ejemplo, se puede ver la antigua e inmensa barrica que el restaurante tenía a la entrada de comedores como despacho y recepción al mismo (una idea y detalle originales)..

Comedor del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Aunque la han escondido un poco, tapándola con tablas entrecruzadas, al igual que todo el bar que se encuentra completamente forrado de madera.

Entrada al comedor del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

También han aprovechado parte de lo que en su momento fueron las kupelas de sidra con las que contaba la antigua sidrería,… aunque con un toque algo más modernista e incluso minimalista.

Redecoración con una parte de las antuguas kupelas del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Como os digo, la decoración, tiene detalles interesantes que lo hacen agradable, sin recargar, como una “falsa” chimenea (lo entrecomillo, porque es real, pero,… está su estructura y ornamento está pintado en la pared).

Detalle de decoración de una "falsa" chimenea en el restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Otros detalles están repartidos por todo el restaurante, como bonitos candelabros, jarrones, detalles de jarrones de flores en las mesas,…

Detalles de decoración del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

La totalidad de los tonos blancos en todo restaurante, lo hacen más luminoso y agradable, e incluso más amplio que el aspecto de la antigua sidrería.

Detalles de decoración del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Y las mesas, igualmente, en todos totalmente blancos, están muy bien dispuestas y montadas.

Mesas en el comedor del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

En esta ocasión, nos juntamos una buena cuadrilla de comensales, para visitar expresamente esta nueva re-inauguración (10): Nerea, Ana, Rober, Javi, Gentzane, Ander, Laura, Maika, Carmen y yo. Así que decidimos sacar varios (demasiados nos decían los camareros ;-)) platos al centro y después pedir cada uno un segundo plato.

Carta del restaurante Ambigú, de Liendo (Cantabria)

Os comento nuestra experiencia,

Croquetas variadas

Croquetas variadas. Sacamos varias fuentes de croquetas variadas y de varios gustos. La que más gusto (al menos a mí ;-)), fue la de tinta de chipirones. Muy ricas todas, pero ésta especialmente. Sin embargo, la verdad es que las he comido mejores en otros sitios. La cantidad era la apropiada (8 croquetas por plato, cosa de agradecer y bastante anormal en otros restaurantes que sacan 6 como mucho).

Ensalada de ventresca

Ensaladas de Ventresca. A priori, una ensalada que puede resultar común en la que la ventresca es la estrella, junto con alguna anchoa (de Santoña, supongo). La presentación, normal. El diferencial quizá que la lechuga eran realmente cogollos de Tudela y que el plato se acompañaba con una salsa adicional, en contraposición con el típico aceite, y vinagre (de Módena, si tienes suerte). La estrella, realmente lo era: una ventresca deliciosa. Los tomates cherry me sobraron, pero es que siempre me sobran. En raras ocasiones les encuentro agradables y con un sabor como para tirar cohetes.

Mejillones rellenos de gambas

Mejillones rellenos de Gambas. ¡Estaban buenísimos! Además de que su relleno era fantástico, con un sabor muy muy potente a mar y con una textura semi-consistente, pero no pastosa ni empalagosa al paladar ni a la garganta, tenían algo especial. No me digáis qué exactamente, pero buena parte de ello estoy seguro que se lo llevaba el rebozado con el que estaban completados. A diferencia de tratarse del típico rebozado de pan rallado, se trataba de un rallado algo más grueso (no recuerdo si incluso se trataba de maíz picado y otros). Esto haría que el relleno jugoso y dúctil entrase en contraposición con el máximo crujiente del rebozado, y ese contraste lo hacía muy muy agradable, como el pan recién hecho que en la boca canta “cris-cris” ;-)

Pimientos verdes

Pimientos verdes fritos. ¡Me encantan! ¡Muy ricos!, pero nada más allá que unos meros pimientos verdes fritos (iba a decir pimientos de Gernika, pero tratándose de un restaurante de Cantabria,… me da no sé qué). El detalle de interés,… a mí me encantan con mucha sal,… al igual que las chuletas, etc., y en este caso, si lo podéis apreciar, en el centro del plato, custodiado por el círculo de pimientos, se disponía un importante montoncito de sal Maldon. ¡Gracias ;-)!

Pulpo feira

Pulpo Feira. Unas buenas tajadas o cortes de un pulpo muy rico que, aun estando blando, tampoco es que se deshiciese en la boca. Muy bien preparado, sabroso, con su buen punto de pimentón,… pero (y solo desde mi punto de vista) un poco sosos (quizá un poco más de sal hubiese realzado más al plato y el sabor del pulpo -opino-).

Después de todos estos entrantes (de los cuales pedimos,… creo recordar que 4 de cada,… pero no me hagáis mucho caso,…), ya comenzamos el festival de segundos platos fuertes individuales para cada uno de nosotros.

Bonito encebollado

Bonito encebollado. Una minimalista presentación de una buena tajada de bonito. Dispuesto sobre un plato blanco manchado de tonos verdes de perejil picado, la ración se montaba con su cebollita pochada por encima. El sabor agradable y bien tratado.

Cogote de merluza

Cogote de Merluza. Impresionante. Una buena cogote, adornada y acompañada correspondientemente con su respectiva lechuga, limón y ajitos rehogados. Tierna, bien preparada, sabrosa y jugosa. Muy bien hecha y con una presentación muy clásica y minimal.
pieza de

Escalopines

Los niños (Ander y Laura) comieron, además de un buen plato de patatas fritas del que estuvieron continuamente picoteando entre paseo y paseo a la sala de juegos, unos escalopines con patatas fritas al estilo “panadera” o “montón” y acompañados de unos riquísimos.

Merluza a la romana

Merluza a la romana. Hombre,… qué quieres que te diga,… que en un restaurante de este tipo y con estas “pretensiones”,… pues no me parece que merluza a la romana sea un plato que deba estar en su carta,… No sé, en todo caso una merluza al horno, o una merluza rellena, o,… pero, por mucho que la adornes (con salsas, acompañamientos, etc.),… ¿una merluza a la romana?,… pues no me parece. Además, se trataba de una merluza (que seguro que además era buena), simplemente rebozada a la que la acompañaban unas míseras hojas de lechuga y cortes de cebolla, junto con dos raquíticos  (eso sí, ricos, faltaría más).
una

Rabo estofado

Rabo estofado. El rabo, casi siempre (a no ser que esté duro), es una apuesta segura. En este caso, lo fue. Un plato presentado de un modo muy muy clásico, acompañado de patatas fritas cortadas en rodajas, de su correspondiente salsa y de un toque de ramita de romero. Lo dicho, un típico. La carne estaba muy bien hecha, en su punto, con consistencia pero fácilmente manipulable y permitiendo deshacerla en hebras cómodamente. La salsa de acompañamiento muy sabrosa y rica que lo hacía agradable, pero nunca tan delicioso como aquel rabo por excelencia que comimos en el restaurante del Parador de Argomaniz.

Solomillo

Solomillo de Ternera. Al igual que en el resto de los platos, desde mi punto de vista, unas presentaciones y elaboraciones quizá demasiado clásicas, que yo personalmente no me esperaba en un restaurante novedoso como éste. Una porción de solomillo junto con un acompañamiento de patatas fritas y pimientos de piquillo,… Hombre, no sé,… ¿es que todos los platos se preparan igual en este restaurante?,… De todos modos, la carne estaba buena,… pero tampoco para tirar cohetes.

En los postres, había bastante oferta, así que hubo selección de casi todo.

Brocheta de frutas

Brocheta de frutas. El plato en sí una “simplez”, sin más comentario. Dos trocitos de plátano, otros dos de piña y dos fresas, “ensartadas en un palo”, con la cercanía de dos boles de chocolate y nata. Quizá lo interesante del mismo, su presentación, pero tampoco de quitarse el sombrero, poco más.

Helado de mandarina

Helado de Mandarina. Esto se está poniendo mucho de moda restaurante Ambigú. Poca ración, aunque la verdad es que el sabor perfecto. La bola de helado se presentaba en una copa junto con una hoja de menta.
últimamente y quizá fue una de las pocas notas innovadoras del

Helado de mojito

Helado de Mojito. Esto, aun en la línea del anterior y de lo que parece que se está poniendo de moda recientemente, era también algo “novedoso” y/o curioso, así que lo pedí. El sabor logradísimo y muy muy intenso. La verdad es que parecía estar tomando un mojito super-helado con lo agradable de la textura y contenido en boca. Su presentación, del mismo modo, se hacía en una copa junto con una hoja de menta y un corte de limón. Comparable al helado de Gin Tonic del restauranteYandiola.

Para acompañar la comida, nos ventilamos varias botellas de un vino de Rioja, Señorío de P. Peciña, crianza 2008, que, bueno, no es que estuviese demasiado bueno.

Señorío de P. Peciña (Rioja, crianza 2008)

El restaurante Ambigú se encuentra en la localidad de Liendo (Cantabria). En concreto, se encuentra junto al cementerio de Liendo, muy cercano a la iglesia, en el barrio de Hazas,

Situación en Liendo del restaurante Ambigú

En cuanto a precio, bueno, menos de lo que esperábamos. Los precios de la carta nos parecieron prudentes y haber pagado 290,60 € por una comida así para 10 personas, pues la verdad es que no está nada mal.

Como aspectos a destacar, tanto en lo positivo como en lo negativo, quizá los siguientes:

Positivo: decoración, ambiente, buen servicio, espacio reservado para sala de juegos para los niños, los mejillones rellenos y el helado de mojito.

Negativo: quizá cocina demasiado clásica para lo que te puedas esperar, platos poco elaborados y demasiado minimalistas.

En resumen, si tuviera que dar una calificación al restaurante Ambigú, del 1 al 10, sería la siguiente:

• Calidad-precio: 7
• Comida: 6
• Cantidad: 6
• Calidad: 7
• Servicio: 7
• Ambiente: 9
• Lo que podría hacer una calificación de: 7

Y aquí os dejo los datos del restaurante Ambigú del barrio de Haza en Liendo (Cantabria):

• Barrio de Hazas S/N – 39776 Liendo (Cantabria)
• Teléfono: 942 643 212
• E-mail: ambiguliendo@gmail.com
• Web: www.ambiguliendo.com (aunque veo que aún no está disponible)

Otros usuarios también comentan y opinan al respecto del restaurante Ambigú de Liendo:

• En Trip Advisor: http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g1058621-d4318505-Reviews-Restaurante_Ambigu-Liendo_Cantabria.html
• En Togetherto: http://www.togetherto.com/index.php/restaurantes/item/175-restaurante-ambigu